El certificado de discapacidad
Este es el primer paso para la nueva andadura en la vida que es la discapacidad. Este pasa a veces el más difícil, otras, el más liberador. Las familias que tenemos que solicitarlo para nuestros familias querríamos nunca haber tenido que aprender sobre todo esto, pero si llevas mucho tiempo peleando para que reconozcan que a tu peque o familiar adulto le sucede algo tan grave como para necesitar este certificado, este paso puede llegar a ser un alivio.
¿Nosotros queríamos este certificado? Sí y no. Es el reconocimiento de que algo pasa, que no eran imaginaciones nuestras. Pero también os digo que lloré y lloré cuando lo tuve en mis manos. Sobre todo porque nunca hubiera deseado que fuera con porcentajes tan altos, porque la renovación del pequeño era demasiado a menudo (vamos, comprobaban si seguía vivo...) y para el mayor la renovación era cada demasiado tiempo (una afirmación de que esperaban que nunca mejorase...).
Pero hay que hacerlo, y es muy, muy importante tener el certificado para muchísimos aspectos que influyen directamente en nuestras vidas.
Pero antes de continuar, he de dar las gracias a Naiara, Bea, Pilar, Yoli... del EAT (id aprendiendo siglas, que vuestra vida se va a llenar de ellas... estas son Equipo de Atención Temprana) de Alcobendas-San Sebastián de los Reyes. Ellas, junto con el resto de sus compañeras, fueron las que detectaron los problemas a mis hijos (nos costó años llegar a ellas, pero lo logramos) y fueron imprescindibles para nosotros en esta nueva vida. Además, son las que nos han ayudado a elaborar este blog. GRACIAS CHICAS. SOIS MAGNÍFICAS.
Retomando el tema: Este certificado de discapacidad nos abrirá las puertas a muchas ayudas, deducciones, prestaciones, terapias y subvenciones que, aunque a menudo insuficientes, son imprescindibles para el desarrollo de nuestros peques o para el cuidado de nuestros adultos, ya que la discapacidad supone un bombazo de gastos/inversiones que hará que se tambalee nuestra economía familiar y a menudo, por más números que echemos, no lograremos llegar a todo.
En Madrid, la valoración de discapacidad se realiza en CRECOVI de 0 a 6 años. Después de esa edad, se pasa a los Centros Bases. Normalmente tú echas la solicitud y ya te avisan en cuál debes personarte. Desde aquí te recomendamos que hagas la solicitud TELEMÁTICA. Te ahorrarás el tener que ir a registro o ventanilla única. Deberás adjuntar toda la documentación, y si lo presentas de forma presencial, es importante llevar documentación original y copias de informes médicos (incluido el diagnóstico) de terapeutas, Equipo de Atención Temprana y del centro escolar (si estuviera escolarizado). Si acudes a tu médico de cabecera y le dices que es para pedir la discapacidad, te rellenará un informe que tienen ellos propio para los adultos. A los pediatras también puedes decírselo, pero sobre todo en el caso de los pequeños los informes válidos y que te allanarán el terreno serán los de los especialistas del hospital PÚBLICO (no vale de privados), que además, cuando les dices para que es, también se explayan y explican al detalle todo. Tanto, que a veces se te cae el mundo, pero es un jarro de agua fría que a veces necesitamos afrontar (duele, pero pensad que es por un bien mayor, el bienestar de lo que más queremos en el mundo).
Cuando llega el día de la valoración es fundamental explicar con claridad el día a día del peque, los hitos que debería haber cumplido a su edad y no ha hecho, el grado de dependencia que tiene de un asistente (nosotros u otros cuidadores), si toma medicación o usa material ortopédico, etc. Para nuestra salud mental, en el día a día, debemos ver las muchas cosas maravillosas que hace nuestra personita amada, pero allí vamos a que valoren sus limitaciones y necesidades de apoyo, rehabilitación, etc., así que aunque tengáis que explicarlo con lágrimas en los ojos, ese día tenéis que decir todos los impedimentos que tiene.
Es bastante habitual que en bebés pequeños con determinadas patologías (o diagnóstico incierto), al no saber si los hitos se cumplirán o no (hablar, caminar, etc.), les suelen asignar el 33% para que obtengan acceso a las ayudas y con revisión de la discapacidad a los dos años (o menos, si la enfermedad es muy grave). La Movilidad Reducida, salvo excepciones, no se valorará hasta los 3 años de edad, porque les consideran bebés y que un bebé no necesita movilidad reducida (a veces pienso a qué edad empezó esta gente a andar para decir esa burrada, pero me temo que es así...). Pero una cosa importante: Es potestad de los ayuntamientos conceder una tarjeta de movilidad reducida especial, solo válida para esa localidad, para menores de tres años o personas con movilidad reducida transitoria. INFÓRMATE EN TU LOCALIDAD.
¡Ah! ¡Y ánimo! A veces tardan meses y meses en enviarte la resolución, y si no estás de acuerdo con lo que te envían RECLAMA. Puedes presentar alegaciones y discutir el resultado. No siempre es que acertado.